jueves, 30 de abril de 2009

Correo a Semioticians de Francisco Umpiérrez

Veo al ser humano frente a los acontecimientos. Pero no todos los seres humanos participan por igual en esos acontecimientos. Algunos son sus actores principales y otros simplemente observadores. Algunos desempeñan un papel práctico y otros un papel contemplativo. Creo que presentar al ser humano frente a los acontecimientos sólo en su condición de intérprete es insuficiente para explicar la construcción semiótica del presente. No sé si la condición de intérprete debe necesariamente incluir los papeles de perceptor y significador, y si, además, deberíamos incluir también el papel de luchador. El mundo es una lucha. Y la lucha exige un continuo cambio en las interpretaciones y evaluaciones de los hechos que se quieren cambiar o revolucionar.Hablamos de sistemas semióticos vigentes y de sistemas semióticos disponibles. Hay una determinación social en esos sistemas semióticos. Parece que el individuo poco puede hacer ante el imperio de los sistemas semióticos vigentes, que dependen a su vez del imperio de los grandes medios de comunicación de masas. Pero también podemos pensar en una lucha contra esos sistemas semióticos vigentes, incluso por parte de los propios representantes del orden capitalista dominante, y ver en esa lucha la causa del cambio o de un posible cambios de esos sistemas semióticos vigentes. Por causa de la actual crisis parece que el sistema semiótico vigente vinculado al neoliberalismo, defensor del mercado ciego, está sufriendo serios ataques y sus significados sociales parecen estar sufriendo algunos sustanciales cambios. Expresiones como “intervención estatal” y “nacionalización”, palabras que huelen plenamente a socialismo, aparecen en la boca de los conservadores y defensores acérrimos del libre mercado.Se habla de los sistemas semióticos disponibles como el constituyente de la capacidad cognitiva del intérprete. Y gracias a esta capacidad cognitiva el intérprete puede conferirle significación al mundo y a su posición en el mundo. Aquí habría que casar la determinación social de los sistemas semióticos disponibles con la capacidad individual para conferirle significado al mundo. Creo que el significado del mundo, mejor, de ciertos aspectos del mundo, viene dado al individuo. Creo, además, que el sistema semiótico disponible incluye un determinado significado del mundo. Y creo, por último, que cuando se producen cambios sustanciales en los acontecimientos económicos y políticos, por ejemplo, como el cambio que supone la actual crisis, se abre la oportunidad al individuo de modificar los sistemas semióticos disponibles y con ello modificar el significado asignado al mundo. (Los intereses de los individuos, a lo largo de su vida, se desarrollan hasta constituir intereses comunes, y bajo esta forma luego son expresados como intereses ideales. Y la participación del individuo en la constitución del significado del mundo tiene esta característica: la expresión ideal de intereses comunes) Como les dije sólo quería expresar algunas impresiones y contribuir un poco a las demandas de Juan Magariños.

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